NUESTRA IDENTIDAD
Nacido del estallido social del hippismo estadounidense y de la revolución estudiantil de París en 1969, y en búsqueda de una vivencia del Judaísmo más libre y al margen del agremiacionismo por el que muchas comunidades judías progresistas y reformistas optaron, el Movimiento Judío Liberal e Independiente se desarrolló por su propia cuenta en Norteamérica a través de javurót o grupos de familias judías que se establecieron principalmente en el centro y norte de los Estados Unidos.
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Todos los rabinos y rabinas de nuestro movimiento han sido ordenados desde los años 80 del siglo XX por el Tribunal Rabínico del Seminario Teológico Esotérico Interreligioso - EITS; gracias a la formación humanística, incluyente y ecléctica que nuestras rabinas y rabinos recibieron en dicho instituto, se configuraron nuestros Pilares Identitarios:
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a. Vivencia de la libertad con responsabilidad.
b. Unidad del Pueblo Judío en su diversidad étnica, filosófica, de género, espiritual y cultural.
c. La justicia social como requisito para la paz.
d. Los Derechos Humanos como principio rector halájico (es decir, de la Halajá o Ley Judía en toda su integridad).
e. Incidencia política e influencia social, a ejemplo de los profetas bíblicos.
f. Diálogo y cooperación internacional, intercultural e interreligiosa para la paz mundial.
La lectura, interpretación y aplicación de la Torá y de la Halajá (la Ley Judía recopilada en la Tanáj, el Talmud, la Toseftá y el Midrásh) que el Judaísmo Liberal e Independiente desarrolla, se basa en el método histórico-crítico y en el uso de otras ciencias tales como la Antropología, la Psicología, la Historia, la Sociología, la Arqueología y las Ciencias Religiosas, para una mayor y más racional comprensión de la Ley Judía adaptada a los tiempos modernos; para la auto-comprensión, el auto-cuestionamiento y el re-planteamiento de lo que debe ser el ideal de vida religiosa, ética y moral de la persona judía, que reconoce que el Judaísmo debe adaptarse al mundo moderno, y no el mundo al Judaísmo.
El Judaísmo Liberal e Independiente entiende que el Pueblo Judío es parte de la Humanidad, pues todos los seres humanos fuimos creados por el mismo Ser Supremo, y que por esa simple razón todas las personas deben ser tratadas con respeto, cortesía, dignidad y bondad; de ello se entiende que las enseñanzas supremacistas, xenofóbicas, racistas, elitistas y clasistas basadas en lecturas acomodaticias y a conveniencia de la Torá y de la Halajá para legitimar y sacralizar los discursos del odio, son contrarias a la ética judía y al espíritu original de la Torá. Toda enseñanza religiosa que afirme ser judía, pero que en su fanatismo promueva o justifique crímenes de odio, debe ser confrontada a través de la enseñanza pedagógica, doctrinal, exhortativa y apologética de un Judaísmo ético, humanista, incluyente y activo defensor de los Derechos Humanos, con especial enfoque en la denuncia y la condena pública de los crímenes de odio que se cometen en nombre de Dios, de la Torá, de la Ley Judía y del Pueblo Judío.
En ese espíritu de inclusión que el Judaísmo Liberal e Independiente profesa, acogemos como parte de nuestra comunidad a los matrimonios interreligiosos (en los que uno de los cónyuges es judío) y garantizamos la unidad familiar en la interreligiosidad. También acogemos a personas no-judías de intachable conducta y altos estándares de ética y moral, que siendo conscientes de que no alentamos ni tramitamos conversiones al Judaísmo, desean colaborar al enaltecimiento, consolidación y expansión del Judaísmo Liberal e Independiente, a través de su respetuosa y activa participación en los espacios de estudio, de oración, de compartir comunitario y de acciones caritativas y humanitarias que desarrollamos.
El Judaísmo Liberal e Independiente es modernista, evolucionista y adaptabilista. Trabaja constantemente en la reforma y la adaptación local de las pautas de nuestra milenaria tradición consignadas en la Tanáj, el Talmúd, la Toseftá y el Midrásh. Nuestros actos de culto usan la lengua vernácula al mismo tiempo que mantiene en el idioma Hebreo las plegarias y cánticos más simbólicos de la liturgia sinagogal. Usamos instrumentos musicales en nuestros actos de culto para elevar la alegría de los corazones en la plegaria. Defendemos la diversidad de las tradiciones religiosas particulares de las familias judías liberales e independientes, que enriquecen la diversidad misma del Pueblo Judío.
El Judaísmo Liberal e Independiente no se reconoce a sí mismo como “el único y verdadero judaísmo”. No existe una única forma legítima de Judaísmo, sino que por el contrario, todas las formas de Judaísmo son válidas; cada judío tiene el derecho y el compromiso personal de hallar la forma de Judaísmo que mejor se adapte a sus necesidades espirituales; y es en esta diversidad religiosa que posee el Pueblo Judío, que el Judaísmo Liberal e Independiente se ofrece como una opción de vida religiosa para la persona judía que se identifica con los Pilares Identitarios y con los fundamentos doctrinales que aquí se exponen.
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El Judaísmo Liberal e Independiente tiene una opción preferencial por los sefardíes B'nei Anusím (descendientes de los judíos que fueron obligados a bautizarse durante la era de la Inquisición Española), los reconoce como b'nei Israel lejól dabár (judíos completos, en todo sentido), y ofrece a quienes quieran pertenecer a nuestro movimiento, las facilidades halájicas para que recuperen su estatus de judío y su conexión espiritual con sus tradiciones ancestrales.
El Judaísmo Liberal e Independiente reconoce la identidad dual o doble confesionalidad como una realidad teológica de los tiempos modernos (consúltese las investigaciones de Paul Knitter y Luisa Fernanda Roa sobre la materia ). Alrededor del mundo existen decenas de miles de judías y judíos tienen otras creencias y prácticas espirituales a la par con su identidad fundamental judía, y manteniendo el Judaísmo como su identidad religiosa primaria. Con el correspondiente apoyo rabínico, analizamos, evaluamos y monitoreamos cuidadosamente la identidad dual de las judías y judíos liberales e independientes que se vinculan a nuestro Movimiento, para evitar que se presenten situaciones de inestabilidad, deshonestidad o intereses acomodaticios al respecto, o situaciones de sincretismo religioso perjudicial para la misma persona judía liberal e independiente y para todos los demás integrantes.
El Judaísmo Liberal e Independiente cree en el Dios de Malaquías 1,11; en el Dios que escucha los rezos de todas las religiones y espiritualidades; Dios no es únicamente el Dios de Israel, es el Dios de toda la Humanidad. No consideramos pagano, idólatra, diabólico, malvado, impuro o impío, a ningún no-judío.
El Judaísmo Liberal e Independiente está fuertemente comprometido con el ecumenismo abrahámico, es decir, con la paz y las respetuosas y fraternas relaciones entre las tradiciones religiosas monoteístas abrahámicas, a saber: Judaísmo, Cristianismo e Islam. De manera especial, asume un compromiso mucho más profundo con la difusión y la implementación teórico-práctica de la Iniciativa Kishreinu (presentada por el Congreso Judío Mundial en noviembre de 2022 ante el Papa Francisco, en el Palacio Apostólico del Estado Ciudad del Vaticano), la cual es considerada “la respuesta judía a la Nostra Aetate del Concilio Vaticano II”. Asimismo, el Judaísmo Liberal e Independiente contribuye activamente en todas aquellas iniciativas interreligiosas que promuevan principios y valores éticos morales universales, tales como la fraternidad, la cooperación multi-sectorial, la defensa de los Derechos Humanos y la esperanza en la paz mundial (el gran ideal escatológico del Pueblo Judío, condición para la tan anhelada venida de los Días del Mashíaj).
El Judaísmo Liberal e Independiente defiende la igualdad de género. Las mujeres judías liberales e independientes pueden ser ordenadas Rabinas, ejercer cargos directivos y liderar servicios litúrgicos sinagogales. De igual manera, y de acuerdo con nuestra propia lectura, interpretación y aplicación de la Torá y de la Halajá, respetamos las diversas identidades de género y preferencias sexo-afectivas de las judías y judíos liberales e identidades, a la vez que se les educa en la práctica de los más altos estándares posibles de ética y de moral y de acuerdo con las pautas de nuestra milenaria tradición. El Judaísmo Liberal e Independiente rechaza la homofobia y la transfobia, y la Ideología de Género por igual.
El Judaísmo Liberal e Independiente no realiza conversiones al Judaísmo, no incentiva la Aliá (migración hacia el Estado de Israel) y tampoco tramita teshuvót (retornos al Judaísmo) con el objeto de adquirir ciudadanía israelí, española o portuguesa, y migrar hacia esos países.
El Judaísmo Liberal e Independiente no es sionista, por lo tanto se aparta por completo de dicha ideología. En cambio de esto, promueve el fin de la violencia, el celoso respeto a los Derechos Humanos, el imperio de la paz y la coexistencia fraterna entre los pueblos que conforman el Estado de Israel y Estado de Palestina.
El Judaísmo Liberal e Independiente es autónomo y autodeterminado, y por ello no busca el reconocimiento de ninguna otra comunidad, unión, federación, confederación, liga, congreso o asociación de comunidades judías, o tribunal rabínico ajeno al Judaísmo Liberal e Independiente.
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LLEGADA DEL JUDAÍSMO LIBERAL E INDEPENDIENTE A AMÉRICA LATINA
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Como fruto de las reflexiones rabínicas emanadas al interior del Seminario Teológico Esotérico Interreligoso - EITS, y teniendo en cuenta que las necesidades y realidades judías de América Latina no son las mismas que las realidades israelíes, europeas o norteamericanas, el rabino colombiano Richard Gamboa Ben-Eleazar presenta en la segunda década del Siglo XXI una propuesta de vida judía liberal e independiente propia para la región. De manera especial, surgió la urgencia de atender a los sefardíes B'nei Anusím (descendientes de los judíos que fueron obligados a bautizarse católicos siglos atrás durante la conquista y la colonización del Nuevo Mundo).
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La adhesión a la causa por los rabinos Itzhak Ben Yosef (México) y Leora Bat Manuel (California, Estados Unidos) les llevó a acordar el establecimiento del un Beit Din propio para la colectividad, surgiendo así el Consejo Rabínico Libre e Independiente de las Américas.
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Se configuraron formalmente comunidades judías liberales e independientes en Colombia y Brasil, y recientemente se fundó la Yeshivá "Rujót Jofesh".
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A pesar de la agresiva campaña de propaganda negra y de difamación proveniente del judeofascismo y que se ha difundido con infamia en las redes sociales, el Movimento Judío Liberal e Independiente sigue expandiéndose y consolidándose para el bienestar de las judías y judíos que se identifican con esta forma de vida judía, ayudándoles a convertirse en luz para las naciones de éste, el Continente de la Esperanza que clama por justicia, y que requiere de palabras y ejemplos vivientes de excelencia de vida humana.
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